
La Teoría del palo del gallinero debería figurar en los libros de psicología de todo el mundo, en el apartado de Empresa, sección Enfermedades Laborales. Seguro que muchos de vosotros la conocéis pero con otros nombres (a mi se me ocurrió éste, aunque para ser sinceros, no tengo muy claro que sea totalmente de mi invención).
La tésis, elaborada tras una amplia experiencia de currela, en mi caso no por la cuantía de años en el acervo laboral (no confundir con "acerbo", que significa cruel o áspero al gusto, pero le viene muy al pelo) sino por la disparidad laboral (como las neuronas de Zapatero, alejadas entre sí y con poca o ninguna comunicación las unas con las otras). No me voy a tirar el moco el plan científico pero casi diría que, en un 99,9 % de los casos y de los encuestados (si los hubiera) estarían de acuerdo conmigo a este respecto. Imaginemos esto: primer día de trabajo; tus compañeros, tu puesto y tus funciones son nuevas. Aún en el improbable caso de que pudieras demostrar tus conocimientos de excel mejor que muchos de los garrulos de tus compañeros, éstos se inflarán como una esponja alardeando de sus habilidades con el mismo a la hora de hacer plantillas de cuadros con rayitas de colores y cuadraditos (se llaman celdas) con sombreado. Con todo, tendrás a una persona que te explicará otra manera de hacer lo que tú ya sabías de una manera mucho más complicada, más laboriosa y por supuesto más lenta. Os imagináis el por qué de esto: efectivamente, no debes demostrar a Los Jefes (dicho así, bajito y con cursiva, como si pertenecieran a una especie de invasores alienígenas del planeta Cachaflús-y-despedido) que las tareas se pueden hacer mejor y en menos tiempo... ¡¡ a dónde vamos a ir a parar !!, ¿y si descubren que hay una manera de trabajar mejor? ¡¡¡ o peor aún, de ser eficaz !!!, Jesús, María y José, Dios no lo quiera... eso sería ... sería .... ¡¡¡¡ el Apocalipsis !!!.
Si eres de los que dio el resto en sus primeras semanas, ya te imaginarás cómo acaba el cuento: probablemente tus compañeros te ignoraron y te hicieron el vacío por ser quien eras (-"mira, por ahí va el pelota de González"; -"ése es, el auxiliar de administración, mira qué aires se trae....y pretenderá hacer carrera aquí"). Un vacío muy bonito, hasta que un día, en la cafetería, comiéndote tu sandwich de pavo frío, con tu té rooibos para evitar la teína (con los nervios que ya tienes como para chutarte algo más fuerte que una coca cola... te cuelgas del perchero con un "Buenos días") y sintiéndote más solo que Zapatero en la Cumbre del G-7, en ese momento te dice Cruz Serrano, la secretaria del jefe del departamento de márketing: -" Oye Nuria, cuando puedas fotocopiate el dossier de los comerciales para el Sr. Antúnez y de paso haces 20 copias para el Departamento de Márketing"- y ahí te deja eso, a ver cómo sales del paso. Tus compañeros te miran como lo harían las hienas a una pobre cebra agonizante ... esperando ... el momento de tu caída ... para poder devorar la carroña. En ese momento apestas a cadáver laboral, tus días estarán contados en esa empresa que se empeña es estrujarte como a un limón, hasta que no quede nada de ti; de pronto, te quitas una miguita de pan integral de la blusa y con una voz que jurarías no es tuya dices: -"en cuanto termine de encuadernar la propuesta de los comerciales y cambie los rollos de papel higiénico del baño de ejecutivos lo hago"-. Puedes jurar que el aire se ha espesado completamente, no se oye ni el vuelo de una mosca (no importa que sea un edificio inteligente, ni que sea invierno, ni que hayan fumigado dos días antes); Cruz te mira como si te acabaran de brotar tres pares de ojos en la frente; literalmente a-no-na-da-da, estupefacta y casi sin habla (casi) no puede concebir que seas capaz de unirte al bando de los vagos-asalariados-que -trabajan-lo-justo. Te reta con la mirada, tú agachas la cabeza sumisa pero te mantienes en tus trece (y en tus catorce, si cedes en esto puedes darte por perdida, del Reverso Tenebroso de la Fuerza salir nunca se puede y si lo haces ahora... quién sabe, podrías acabar de esclava/asistente del Sr. Antúnez, recolocándole la hernia discal o arreglando las patadas al diccionario que comete en sus múltiples, atroces y nada elocuentes cagaleras mentales en su blog-de-super emprendedor-de-la-leche-qué-tío-más-guay-soy-amigo-de-Bill-Clinton, en resúmen: la rehostia).
A partir de ese día empiezas a notar que la gente te mira de otra manera, hasta ves alguna trémula sonrisa en el ascensor o en el cuarto de baño; alguno se arranca con un: -"¿quieres venir a la cafetería?"-. Ese día ya te puedes considerar casi un miembro de pleno derecho, ahora a por el siguiente objetivo: darte de baja por enfermedad (sin que te despidan).
Y todo esto para explicar la teoría: el último en llegar es el primero en recibir palos, palos y más palos. Si nos imaginamos un gallinero tenemos que ver una gran jaula, con el suelo alfombrado de cacas, un comedero roñoso y un bebedero infestado de bacterias. En los laterales, largos travesaños de madera los cruzan de lado a lado a diferentes alturas. Como la jerarquía es uno de esos inventos del reino animal que tanto dan por culo en cuanto a instinto visceral (avituallamiento para tener la tripita llena, un trocito de jardín para mear que puedas considerar tuyo y por supuesto sexo, cuanto más mejor) muchos individuos mal considerados humanos necesitan sacar de paseo ese instinto suyo que les hace mearse en árbol ajeno, cagarse en tu jardín y comerse tu comida. Para esos individuos de fuerte instinto jerárquico (que en este caso consideraremos gallinas, más que nada para que la metáfora cale hondo en el córtex cerebral) subirse al palo más alto es la prioridad número uno en su escala de valores (eso y picotear las cacas del vecino, será por un tema de falta de nutrientes en su dieta ...). Una vez que han alcanzado este puesto, se dedican a cagarse sobre todo lo que hay debajo, sea gallina o palomo. A su vez, las gallinas del siguiente nivel inferior hacen lo mismo y así sucesivamente. El final de la moraleja es bastante obvio: las gallinas del palo más bajo reciben tooooda la mierda de las de arriba (peste de ley de la gravedad) y así queda demostrada mi Teoría del Palo del Gallinero.
No hay comentarios:
Publicar un comentario