jueves, 28 de enero de 2010

Diario de una desempleada (3ª parte)- Viva la moda

Ahora que estoy derrochona de tiempo libre y con la mente y las manos ociosas, se me había ocurrido que podía escribir sobre lo que pienso sobre la moda actual, aprovechando que acaba de terminar la Pasarela Cibeles y estamos con la de Milán o Nueva York.


Los que me conocieran de pequeña habrán tenido el privilegio de comprobar cómo mi familia tenía razón cuando me decía que yo no me vestía, yo me tapaba. Qué verdad más grande. A mis 13 años era la persona menos presumida y coqueta que podía haber a este lado del Tajo. Era delgada como un espárrago (me gané el apodo de nadadora: nada por delante nada por detrás) así que imagino que la falta de estímulo coquetístico me hizo ser, por emplear un concepto delicado, poco afín al noble arte del embellecimiento personal (pero eso si, era muy limpia, que una cosa no quita la otra). También era tremendamente práctica y eso es algo que he seguido conservando con el paso de los años. Al parecer mi interés por el maquillaje y las cremas me llegó un poco tarde, pero se instaló con fuerza en mi rutina (ahora, por mi crema de todas las mañanas y las noches, MA-TO). Como iba diciendo, hace poco veía en el telediario las últimas tendencias para el próximo otoño-invierno de la mano de los "más grandes diseñadores", que no se olvidan ni de diseñarte la ropa interior.


Personalmente, la moda me importa más bien poco, porque yo siempre he tenido un estilo particular que oscila entre el neo grunge-hippy de mercadillo y el esfuerzo ímprobo de mi hermana por adecentarme y vestirme con cierta elegancia (ni se hace una idea lo mucho que me gusta que me cuide tan bien...), así que no se puede decir que tenga un estilo, en realidad soy una superposición de momentos y estados de ánimo. A lo que iba, con este tiempo tan asqueroso, más propio de Londres, Edimburgo o Helsinki, pensaba esta mañana por qué los diseñadores se centran más en lo bonito de una prenda y no tanto en su practicidad; quiero decir que la mayoría de los diseños son un tanto imposibles de llevar, con las tetas al aire en las mujeres y con un pito de tela colgando por fuera en la entrepierna de los pantalones de hombre (seguimos hablando de la moda de invierno...). Yo no iría por la calle vestida así, por muy de David Delfín que sea el traje (amarillo pollo canario para quien lo quiera saber) por lo tanto aprovecho esta ocasión para lanzar un mensaje a todos esos grandes gurús de la moda: ¿para cuando las bragas con hombreras o el sujetador de cuello vuelto?. Soy una persona muy friolera, me gustaría una prenda práctica, que sujetara y calentara a la vez con la que te puedas sentir bien vestida; y es que en este punto tengo que retomar la polémica sobre la ropa interior y más concretamente sobre la braga normal vs. el tanga. Sé que hay detractoras (entre las que me incluyo) y defensoras, pero yo insisto en el particular: ¿cómo es posible que diseñen tirachinas de este tipo, monísimos y encantadores y super sexis y de las otras bragas (las que te tapan todo el trasero) casi ni se acuerden...?; tiene que haber un término medio para las que, como yo, prefieren llevar el airbag posterior tapado con algún tipo de tela (será por falta de tejidos nuevos y bonitos: sin costuras, de microfibra, antitranspirantes, anticelulíticos, antideslizantes... qué se yo joer y ¡¡¡además de colores!!!) en lugar de ir por la calle con un dedo metido dentro del culo... vamos que no creo que haya peor agresión contra las partes nobles y sensibles de una mujer y si por esto fuera poco, cada vez que te agachas se te ve toda la tira. ¿A quién puñetas se le ocurrió inventar una cosa así?... si ésta es la perspectiva, prefiero llevar bragas blancas de algodón por de bajo de los sobacos antes que ponerme semejante tortura.

Diario de una desempleada (2ª parte)- De Formación y Deformaciones


Como bien sabréis por mi primer post, en esta nueva edición quería atacar el tema de la formación, de sus utilidades varias en el mundo laboral y de las ventajas e inconvenientes que esto implica.
No sabría cómo decirlo de forma educada: ¿para qué cojones nos llenan la cabeza con ideas sobre la educación especializada, los cursos de formación impartidos por instituciones públicas (Inem, Comunidades autónomas)y privadas y las terapias ocupacionales?, si al final el resultado es el mismo. Claro, si mi hermana estuviera leyendo ésto pensaría (y con razón) que me equivoco, que la formación siempre es un valor a tener en cuenta, que la valía del candidato se desmuestra por su nivel de inquietud intelectual y que depende de la formación que recibas....que si, que estoy de acuerdo, pero lo cierto es que a las empresas se la sigue pelando.
Estaba bastante convencida de que con esta crisis se empezarían a cambiar ciertas costumbres muy arraigas en la mentalidad del 99,9% de los empresarios españoles (véase el caso de Díaz Ferrán, excelso ejemplar de empresario "de antaño" pero con barnices "de moderno", es decir, que adapta los recursos actuales a una mentalidad propia de muchos años atrás con respecto a los derechos de los trabajadores (o "trabajodes" como a mi me gusta llamarnos). Éste no es el único ejemplar de "cipotismo ilustrado" que circula libremente por ahí y sin correa ni bozal, que yo tuve la suerte de sobrevivir a uno de ellos y a su fundación . Cuando empleo el término "cipotismo ilustrado" (creo que en esto me puedo apuntar el honor de ser la primera en acuñar este término) me refiero a todos esos empresarios hombres que conciben las relaciones empleado-empresario como un favor que le hacen a la humanidad. Su concepto de emplear es muy parecido al de otorgar, como un favor que te hacen por el que se consideran muy orgullosos y satisfechos y del que no dejan de presumir (algunos incluso llegan a disfrazarse de benefactores, de filántropos de la sociedad.... por favor, que alguien me sujete un cubo, voy a vomitar...) ante la prensa y la clase política, independientemente de que esto se trate de una falacia demostrable con cifras y datos bien constrastados. En fin, para mi es otra clase de despotismo ilustrado propio del siglo XVIII (si Rousseau y Voltaire levantaran la cabeza...). Lo que decía, cipotismo ilustrado. No dudo que habrá mujeres empresarias que se comporten de forma similar, siempre hay alguna descarriada que se comporta como un hombre con tal de obtener el éxito y los laureles que proporciona el estar en la cima de la montaña, pero son las que menos o tal vez sepan ser más discretas, quién sabe.
Retomando la idea original sobre los maravillosos cursos en los que uno se embarca, para acabar haciendo aguas por todas partes, demuestran que:
1.- En España es harto complicado encontrar formación de calidad (y si digo que gratis ya no paramos de reir hasta Nochevieja).
2.- Ciertos sectores del mercado laboral no están preparados, ni de lejos, para absorber a candidatos cualificados y/o especializados.

Pongamos un ejemplo: un licenciado universitario que busque empleo en, hagamos un esfuerzo de imaginación supina, un sector diferente a lo que ha estudiado. El/la pobre que intente cambiar de vocación a la edad de treinta y tantos está bien jodid@. Para las empresas ya eres un poco viejo, no eres tan manipulable como la los veintitantos y para colmo te lees varios periódicos para estar informado (algunos se leen el convenio y todo...vaya bichos raros). A los treinta y pico te da por protestar por casi todo, estás empecinado en pagar la hipoteca o el alquiler y para colmo hasta te planteas tener familia...¡¡ fatal, muy mal !!, así no levantamos el país, que no nos enteramos, que sin montones de horas extras sin pagar, ni movilidad geográfica, ni pretensiones salariales mileuristas no vamos a convertir a España en la séptima economía del mundo... y gracias a que contamos con empresarios visionarios para que nos reconduzcan por el buen camino... (¿alguien tiene un pañuelo?, creo que voy a llorar de agradecimiento). Y ¿dónde encaja la formación?, os preguntaréis; muy facil, no encaja, ¿alguien tiene tiempo de formarse entre tanto salto de valla?. En mi caso particular, aprovecho el paro, que si algo tiene de bueno es que te da tiempo, pero mucho tiempo. Puedes estudiar mañana y tarde, en los ratos libres mirar las páginas de empleo (1.637 ofertas de empleo como: "becario para importante empresa del sector del diseño gráfico, jornda de 9 a 13, salario 400 € b/m, zona de trabajo Quintanilla de los Melonares".......¡¡¡¡¡!!!!!) o si ya crees que sólo te puedes tirar al tren (o al taquillero) jugar a la play y hacerte el Tomb Raider en una semana...por lo menos si no sales de casa no gastas.

miércoles, 27 de enero de 2010

Diario de una desempleada (1ª parte)


Hace mucho que tenía pensado empezar a escribir las pequeñas y grandes putadas que me han ido sucediendo a lo largo de mi (a mi parecer corta, cortísima, aunque habrá más de un/a "espabilad@" que diga que larga) vida. Y han sido unas cuantas, con esa costumbre mía de hocicar casi en cualquier sitio ... en fin, que dada mi dilatada experiencia podría tener tema para una serie como Dinastía, pero para qué contar tanta historia si a nadie le interesa.

Esta es una buena reflexión, pero sucede que ahora mismo estoy en el paro y me aburro. Me aburro a más no poder, si no a qué viene que me ponga a pensar en chorradas, en pajas mentales de esas que no te llevan a ningún sitio pero que te tienen la mar de entretenido hasta altas horas de la madrugada o en los sitios más insospechados, como por ejemplo el inodoro. ¡Oh trono de grandes filósofos y pensadores!, más de un libro se habrá escrito en tu sitial (y más de uno se habrá quedado dormido leyendo el Jueves o el Quijote, según la casuística del esfínter). ¿Por dónde iba?, ¡ah si!, el retrete. Pues es un muy buen sitio para pensar, total, tanta mierda en la que se haya uno metido para al final acabar haciendo eso, mierda.

Yo en el inodoro me suelo dedicar a leer las etiquetas de los botes de champú y del gel de baño (composición: parabenos, glicerol, alcohol, aromas de limón, de fresa, de su puta madre.... nada interesante no me vaya a distraer de la tarea fundamental). En esta tesitura suelo expresar mi opinión sobre el momento presente y me acuerdo de la "Pelograsiento" que tiene los huevos de hablar de los mileuristas cuando ella cobra 20 mil euros al año... Pues anda que no haría yo cosas con ese dinero... que ni me pongo las lentillas por no gastarme el dinero en el líquido desinfectante...

La última vez que fui a la oficina del Inem y soporté la larga fila para coger número (desde las siete y pico de la mañana, con 3 grados de temperatura) tuve la inmensa suerte de escuchar cómo otros se quejaban de su suerte, pero me lo contaban a MI, que debo de tener pinta de psicóloga, asistente social o vecina portera cotilla (eso si, en paro, no lo olvidemos). Total, que además de parada, pañuelo de mocos de otros como yo...

Cuando no estoy en el retrete quejándome de mi suerte se me ocurren preguntas de lo más estúpido, como por ejemplo: ¿por qué de pequeños nos enseñan nuestro padres a liar los espaguetis con tomate en la cuchara (en ciertos casos dramáticos, algunos progenitores han llegado a cortar los espaguetis en trozos más pequeños ... ¡¡¡¡ abominación, herejía !!!!). Pero vamos a ver, queridos padres: ¿es que no sabéis que para un niño, el mayor aliciente de este plato está en sorber el susodicho alimento para que pueda culebrear y así ponerlo todo perdido?; ¿es que todavía no os habéis enterado que los espaguetis no saben igual?, ¿y lo decorativo del tomate en la pared, la camiseta, el aparador, el pelo con restos de tomate y queso pegoteado en el flequillo...?.

Seguramente pensaréis que además de perturbada estoy un tanto necesitada de una ocupación. Efectivamente, estoy necesitada de ocupación interesante. Imagino que un buen trabajo serviría, para empezar; porque cuando digo un buen trabajo no me refiero a uno de 700 euros por una jornada de "40 horas semanales" (de 9-20, con jornada partida de dos horas y media a medio día, pero si hay que quedarse más... ya sabes, que estamos "todos" pasando por un mal momento y hay que ayudar un poquito) eso si, de momento sólo te pueden hacer un contrato de 3 meses, prorrogable por otros tres meses y luego por otros tres y después "hay muchas" posibilidades de quedarte en la empresa" ... si funcionas, si le caes bien al jefe, si trabajas bien, si ..... el etcétera es muy largo. Pobrecillos empresarios, que antes la situación les obligaba a pagar a los trabajadores como si estuviéramos en la Europa rica, la de sueldos medios de 1.200 euros y gracias a Dios la cosa ya se ha arreglado: ahora ya podrán pedir licenciados con varios idiomas por sueldos de becarios (gracias por esos maravillosos contratos de "Fomento del empleo", gracias).

En fin, con todo esto: ¿tengo derecho a desanimarme, a desmoralizarme, a fallarle a mi sociedad, que tanto dinero a invertido en mi, primero en la universidad y ahora con los cursos de Inem (este interesante tema será tratado más adelante, con testimonios reales y tras una profunda investigación) ; a mi gobierno que siempre que le necesito me escucha, atiende mis necesidades REALES, como un empleo digno, un salario decente para poder emanciparme o por lo menos alquilar si no comprar una vivienda de más de 30 m2?... no, no tengo ningún derecho, lo mejor es que me calle y siga poniendo buena cara y cuando sean las elecciones tenga claro a quién votar y me acuerde de ellos y de sus estupendos sueldos, casas, coches y vacaciones... joder, si es que vaya suertaza con ser española.... ¡¡te cagas!! (vuelta otra vez al inodoro).